Bajo el moño.
Si
le pican las ideas,
rasque con delicadeza,
así saldrán de su moño
sin embotar su cabeza.
rasque con delicadeza,
así saldrán de su moño
sin embotar su cabeza.
Una
vez en el ambiente,
contémplelas con vigor,
y elija con libertad
la que resulte mejor.
contémplelas con vigor,
y elija con libertad
la que resulte mejor.
Con
ímpetu apasionado
defienda su decisión,
poniendo la buena idea
en el campo de la acción.
defienda su decisión,
poniendo la buena idea
en el campo de la acción.
Aquellas
que no ejecute,
y resulten atrayentes,
guárdelas y úselas luego
en momento conveniente.
y resulten atrayentes,
guárdelas y úselas luego
en momento conveniente.
Si
vuelve la comezón
de ideas entre el peinado,
repita el procedimiento
con elegancia y cuidado.
de ideas entre el peinado,
repita el procedimiento
con elegancia y cuidado.
Pero
si tras todo esto
persistiera tal picor
“suéltese el moño” y esparza
ideas alrededor.
persistiera tal picor
“suéltese el moño” y esparza
ideas alrededor.
Preferible
es compartirlas,
a sentir el desconsuelo,
que nos produce tenerlas
enredadas en el pelo.
a sentir el desconsuelo,
que nos produce tenerlas
enredadas en el pelo.
Ilustración
y poema de Isabel Méndez
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